martes, julio 19, 2005
XII Bon Odori, Madrid
En el Colegio Japonés de Madrid se celebró, el pasado Domingo 17 de Julio de 2005, el XII Bon Odori (fiesta japonesa de la que disponéis más información en un artículo anterior).
Como anticipaba el problema para buscar aparcamiento, numeroso público acudió al evento, muchos de ellos ataviados con los trajes típicos del verano (yukata, happi, jinbei, ...), creando un ambiente fantástico y multicolor que otorgaba el toque tradicional que marca la festividad.
En el recinto del colegio se dispuso todo lo necesario para la ocasión: Puesto de los tickets, un castillo infantil hinchable, un puesto de bebidas, una paellera gigante, puestos de comidas, juegos infantiles, sorteos y ante todo la pista central, con la plataforma elevada (yagura,「やぐら」) que sirve de escenario y en torno a la cual se realizan los bailes típicos.
La tarde comenzó con el juego de piedra-papel-tijera 「ジャン けん ぽん」, al que todos los asistentes interesados pudieron participar. Tras la complicada explicación del juego (en español y japonés), a la que había que sumar las pocas ganas que tenía más de uno de recibir lecciones (^_^), empezó el juego: se formaron tres grupos para combatir con el jugador erigido en la torre. Al cabo de un par de eliminatorias, los pocos supervivientes se enfrentaron personalmente con el maestro. Armados con sus gigantes manos de espuma, lucharon por conseguir sus premios ante la animación del público.
Mientras, otra parte del público se afianzaba sobre el puesto de adquisión de puntos, canjeables en los puestos de comida, bebida y juegos.
Los niños (y no tan niños) disfrutaron atrapando pelotitas, muñecos y otros pequeños juguetes que se encontraban en la pequeña piscina, mediante la utilización de una pequeña raqueta de papel de arroz (muy frágil, pues al contacto con el agua se rompe con fucha facilidad). Otros disfrutaban de unos "yo-yos" realizados con globos rellenos con algo de agua, que atados mediante una goma se hacen rebotar a manotazo limpio. Pero... ¡Ojo que te puedes mojar!. ^_^
Con el ticket de entrada que aportaban en la recepción al recinto, se podía participar en un sorteo de suculentos premios: camisetas, happis, órganos electrónicos, abanicos de pokémon, etc... ¡hasta un pequeño climatizador!.
Los puestos de comida fueron asediados de forma contínua por los asistentes y aunque la comida resultó algo cara, los productos estaban buenísimos: paella española, pollo frito con empanadillas, sushi variado, mazorcas de maíz asado, arroz tostado, tallarines yakisoba, pinchos yaki-tori,...
... y el refrescante kakiori, un vasito de helado formado por hielo rayado mezclado con un líquido dulce, de fresa 「いちご」o melón 「めろん」, que estaba fabuloso. ¡Tan simple y tan rico!.
Los niños inauguraron la ronda de bailes, que acompañados por sus tutores deleitaron a todos con su puesta en escena. ¡Es una delicia ver a niños y niñas vestidos con sus ropas tradicionales!, están para comérselos.
Los mayores tomaron el testigo al son del taiko (tambor tradicional japonés) mientras las maestras guía, ataviadas con estupendos yukatas, mostraban la realización de cada paso del baile.
Como era de esperar, las risas no tardaron en aparecer pues cuesta realizar varios intentos el aprender todos los pasos para realizar un buen baile. Pero de eso trata la fiesta, de estar alegre y de bailar, así que formando círculos en torno al yagura y al son de la música, casi todos demostraron su peculiar habilidad, alentados por las instructoras que asentían y aplaudían cada paso bien realizado.
Cuatro fueron los bailes con los que avanzó la tarde. Uno de ellos, denominado "el minero" contaba con los siguientes pasos: cavar a la derecha y repetir, cavar a la izquierda y repetir, cargar a la derecha, cargar a la izquierda, limpiarse el sudor de la cara , limpiarse la cara cambiando de mano, empujar la carretilla, empujar y ¡salir!. Y con unas palmas al ritmo del taiko comienza de nuevo el ciclo del baile. ¡Divertido, ¿verdad?! ^_^
Entrada la tarde se eligieron al mejor bailarin femenino y masculino y se otorgó uno especial al bailarin más original, que recayó en una simpática anciana que ejecutaba los movimientos con una gracia y estilo fantásticos ¡y a su edad!. Concluyó la entrega de premios y se bailó y bailó hasta que llegó la hora que marcaba el final de la fiesta, de la que todos nos fuimos contentos y deseando que llegue pronto el Bon Odori del año que viene.
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2 comentarios:
Para la proxima lograremos que mas gente vaya yukateada (da lo mismo que los chicos vayan con yukatas de chica, XD) y el proximo año mi obi llevará un lazo más chulo, jeje.
Con lo bien que me lo pasé con vosotros, bailando y bailando.
Besos, y el proximo año todos al Bon Odori!!!
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